SE VENDE CALLE

[Firma. Pedimos tu apoyo para frenar un atropello urbanísitico en el centro histórico de Málaga. Tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, nos encontramos con casos de atropellos urbanísticos en todas y cada una de las ciudades de España. Ciudades grandes, medianas y pueblos. No hay ciudad donde no se cometan atropellos, aderezados por casos de corrupción política: un mega contenedor de arte que dispara la deuda del Consistorio, unos túneles faraónicos que endeudarán por décadas a la ciudad o un velódromo inflado de precio y podrido por la corrupción clientelar son casos muy conocidos porque salen en los medios de formación de masas. Otros, lo son menos, pero existen. Generalmente, detrás suele estar la firma de un arquitecto-estrella. Hoy os pedimos apoyo para frenar este atropello en el centro histórico de Málaga.]

En la actual fase de saqueo de lo público, el Ayuntamiento de Málaga y la Junta de Andalucía han llegado al más difícil todavía, regalar una CALLE a una promotora privada, una calle cuyo trazado lleva asentado en la ciudad desde el siglo XVII. Se trata del Pasillo de Atocha y forma parte de uno de los pelotazos urbanísticos tardíos de segunda generación más sangrantes del ya de por sí destrozado Centro Histórico de Málaga.

El chanchullo incluye la violación del espacio aéreo de esta calle y del resto del conjunto hasta una altura de DIEZ plantas en pleno Casco Histórico, atropello para el que será necesario modificar la normativa, una irregularidad que necesita del permiso de las administraciones provincial y regional, que han actuado incluso después del informe desfavorablemente realizado por la Dirección General de Bienes Culturales.

Para continuar con el despropósito, no contentos con la millonaria usurpación de espacio público, la empresa tiene proyectado socavar TRES plantas de garaje en toda la superficie adquirida/adjudicada. Tres plantas de garaje en una de las zonas con más yacimientos arqueológicos de la ciudad, a escasos 60 metros del Mercado de Atarazanas, Bien de Interés Cultural que conserva, de ahí su nombre, la puerta de las atarazanas árabes de época Nazarí.

La mala sombra que va a dar semejante mamotreto a las calles circundantes, de una escala más humana como corresponde a la ciudad tradicional, es un daño considerable a la sensación urbana del entorno, pero más grave es el precedente que crea en el margen derecho del río Guadalmedina, en cuya desembocadura se asentaron los fenicios para fundar Malaka, hace casi tres milenios, que se dice pronto.

Con todo y con esto, lo peor, lo más despreciable, es la manera como han actuado los Señores del ladrillo, ya que en el espacio donde se va a levantar el bloque existían edificios tradicionales que albergaban mucha vida y la actividad de varios artesanos, negocios y talleres en los locales en planta de calle. El mobbing immobiliario ha sido acompañado en este caso de de una sucesión de sospechosos incendios (02/03/2005) (15/03/2005) (12/7/2007) (16/05/2010) que harían sonrojar al mismísimo Nerón.

Un solo edificio queda de todo el conjunto, ya desalojado, La Mundial.

Para culminar el despropósito y darle una pátina de honorabilidad a esta estafa a la ciudadanía han optado por el ya viejo truco de deslumbrar al respetable con el brillo de un Arquitecto Estrella, un Pritzker, ni más ni menos, Rafael Moneo. Nada que comentar, nada que no sepamos a estas altura de la película.

Y todo esto para hacer un hotel de lujo, una galería comercial y una oficinas de alto standing. Imprescindible.

Ahora, vendidos una vez más por la función pública a un grupo de gánsters, solo nos queda unirnos a la plataforma ciudadana que trata de salvar la herencia, la fisonomía y la memoria de este trozo de historia que es Hoyo de Esparteros, pinchando aquí.

Fuente: La Tabacalera.net

1 comentario:

  1. Después de la especulación brutal de los cinturones periurbanos, los PAUs, las urbanizaciones inconexas a los centros de población... ahora llega la segunda fase del desastre especulativo: El centro de nuestras ciudades tradicionales.
    Aquí los precios de los pisos no han bajado tanto porque la cuidad tradicional tiene unos servicios, una calidad urbana, una habitabilidad, una protección bioclimática y un carácter que no se encuentra en las ampliaciones lamentables con las que hemos invadido los terrenos de las afueras.
    El ansia destructiva de la mafia del ladrillo no conoce límites.
    Mal rayo les parta.

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